¿Alguna vez has llegado tarde a una reunión porque no encontrabas las llaves? ¿O has gastado tiempo buscando un documento importante? El desorden no es solo una cuestión estética también puede tener un impacto muy importante en nuestra productividad y bienestar.
Como organizadora profesional, mi objetivo es ayudar a las familias a desarrollar hábitos de orden que sean sostenibles, realistas y efectivos. Pero, más allá de simplemente ordenar espacios, se trata de crear sistemas que permitan mantener el orden a largo plazo. Pero, ¿qué hábitos de orden puedes implementar hoy en tu hogar?
El costo oculto del desorden
Cuando no hay un sistema de orden, podemos perder mucho tiempo buscando objetos. Ese tiempo que gastamos en buscar las llaves, el cargador o las gafas lo podríamos utilizar en algo mucho más valioso. Perdemos tiempo, nos estresamos al no encontrar nuestros objetos y genera un pendiente todo el tiempo en la cabeza.
¿No te ha pasado que se te pierde algo y no descansas hasta que lo encuentras?
Si supieras que hay tres sencillos pasos para que eso no te suceda todo cambiaría en tu hogar. Cambiar los hábitos no es tarea fácil pero con pequeños pasos podemos hacer un cambio radical.
• Que cada cosa tenga su lugar: Tener un espacio para las llaves apenas llegues o un puesto para tus gafas que sea siempre el mismo.
• Descarte: Saca todo eso que no utilizas, que está roto o dañado y deja lo indispensable. Primero para hacer campo a lo que si usas y segundo para quitarte un peso de encima.
• Utiliza cajas organizadoras: Cajas o estantes u otros organizadores nos ayudan muchísimo para darle a cada cosa su lugar. Separar por categorías y darle un espacio a todas tus pertenencias.
La inversión
Implementar hábitos de orden puede requerir tiempo y esfuerzo al principio, pero a largo plazo, esta inversión en organización genera beneficios que van más allá de la estética. Al crear sistemas de almacenamiento funcionales, planificar rutinas diarias y establecer tiempos de limpieza periódicos, el orden se mantiene de manera constante y no se convierte en una tarea difícil.
Además, cuando los hábitos de orden están integrados en el día a día, es más fácil mantener la casa en buen estado sin tener que dedicar largos períodos de tiempo a tareas de limpieza o reorganización. Esto mejora la calidad de vida y permite disfrutar más tiempo en familia.
¿Qué beneficios vas a obtener?
Al empezar a tener hábitos de orden vas a estar más tranquila, un espacio ordenado es un espacio de calma y bienestar. Vas a aumentar tu productividad, cuando todo está ordenado no pierdes tiempo en tareas que llevan poco tiempo. Encontrar rápido lo que buscas y enfocarte en tus prioridades. Por otra parte, te aseguro que vas a tener menos estrés y al hacer esto de una tarea familiar todos van a colaborar y saber donde está todo.
¡comienza poco a poco y verás cómo tu vida cambia para mejor!
Con cariño,
Susana de Espacio Emocional
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